Láminas de protección solar, contra el calor y de ahorro energético. Reducen los costes energéticos y permiten aprovechar la luz natural sin las molestias que ello comporta. Reducen hasta un 99% de la radiación U.V. y un 80% de la energía total recibida del sol. Transmiten la luz natural y reducen el flujo de energía que atraviesa el acristalamiento, su bajo factor solar consigue reducir la cantidad de energía solar excesiva en el interior de los edificios. Fomentan una arquitectura sostenible mediante el uso de las nuevas tecnologías de los materiales de la construcción
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- Las láminas de protección solar (Láminas solares), permiten luchar contra el efecto invernadero.
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- Estas láminas rechazan 78% de energía solar y 99% de Rayos UV.
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- Reducen así el recalentamiento de los locales y conservan la transparencia.
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- La gama de laminas (Silver,20.35.50 )proporciona niveles elevados de control solar, un efecto visual inpactante y un rechazo eficaz de calor junto con un retorno de la inversion muy rapido. Son la solución más efectiva para mejorar las propiedades de su acristalamiento.
- Es un factor real del mejoramiento del bienestar.
Invierno
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- La pérdida de calor a través de los cristales en invierno causa malestar y aumento en las facturas de calefacción.
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- Nuestras láminas aplicadas al cristal reducen hasta el 40% de la pérdida de calor.
- Permiten a un cristal simple aportar mismo rendimiento que un doble cristal
Ventajas
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- Rechazan 78% de calor
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- Quita el deslumbramiento del sol
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- Mejora el bienestar
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- Valora el estética del edificio
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- Ahorro el aire acondicionado
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- Tratamiento contra las rayas
- Bloquea 99% DE UV Y 78% IR
Prolaminas distribuye una amplia gama de láminas de protección solar para edificios, tanto exteriores como interiores, para solucionar problemas de control solar y ahorro energético en sus cristales, protegiendo contra la decoloración y mejorando la intimidad. Prolaminas trabaja con una serie completa de láminas exteriores e interiores, con garantía de 10 años (fabricante), que se utilizan dependiendo del tipo de cristal.
Aplicaciones
En verano, el calor sofocante crea un problema y un coste adicional por la incidencia de los rayos solares sobre los edificios que calientan su interior por la radiación directa y por el efecto invernadero.
En invierno, la pérdida de calor a través de los cristales implica un alto consumo energético.